Justin Bieber está caminando en una cuerda muy floja y muy delgada. Selena Gomez es una mujer que merece su respeto y su fidelidad, no seguirá por mucho tiempo jugando el papel de la noviecita tonta que soporta que su novio, por más que lo quiera, mientras se siga burlando de ella.
¿A qué nos referimos?, bueno, pues a la adicción que Justin Bieber tiene por visitar la mansión de Playboy. Nadie, por más inocente y bienintencionado que sea, podría pensar que Justin asiste a esta mansión con tanta frecuencia por la comida que sirven, por la bebida o por los postres. Va a esa mansión a lo que van todos, a ver y rodearse de las preciosas conejitas que Hugh Hefner se encarga de contratar para hacer las delicias de sus visitantes. No existe otra razón.
Para Selena Gomez, aunque esta no lo aparente, es una ofensa y una falta de respeto. Ademas de que la hace ver ante el mundo entero como la noviecita que aguanta este tipo de cosas de su novio.
A la familia de Selena Gomez, quienes tienen, según se dice, sólidos principios morales, les molestará sobremanera que su hija sea tratada de esta manera, y a su manera, se lo harán saber a su hija, si es que aun no lo han hecho.
Si es verdad que Justin en verdad quiere tanto a Selena Gomez, debería de cortar de golpe estas visitas.
Impre
No hay comentarios:
Publicar un comentario